Bueno, después de un largo recreo vuelvo a retomar esta cosa loca loca de la escultura, que tan linda es y tan bien me hace.
Conseguí (me consiguieron, je, je) finalmente el caucho de siliconas y la resina poliéster, así que estoy casi, casi listo para empezar a compiar algunas esculturas. Peeero... resulta que antes tengo que hablar con el laboratorio para que me digan qué proporciones de acelerador y catalizador usar con la resina, porque si no parece que puede explotar todo a la mierda y se me prende fuego la casa y además me cago muriendo, todo junto. Así que mejor esperar un toque más.
El otro pero, es el clima de mierda que venimos padeciendo: acontece que la resina de mierda tiene que ser preparada y/o manipulada en un ambiente óptimo, más o menos fresco (unos veinticinco grados) y con muy poca humedad, porque si no no fragua, o queda pegajosa, o algo así pero igual de malo.
Así que paciencia. Por lo pronto, agarré el busto del Homero y le ensanché un poco la parte de los hombros y el cuello de la camisa, y le hice un agujero abajo, todo pensado en que luego va a continuarse el torso, y el aguero es para hacer un encastre "macho-hembra" y que luego las copias en resina se puedan armar y queden medianamente prolijitas. Veremos.
Acá, el bocetito del cuerpo. Les confieso que la anatomía de los bichos estos es sumamente frustrante e hinchapelotas.
29.11.09
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