Es increíble lo difícil que se me hizo hacerle las patitas al sapo de porquería. Recordemos que los dedos tienen esqueleto de alambre. El tema es que a la masilla le cuesta mucho agarrarse a un coso tan finito, se pegotea mucho en los dedos. Y si trato de evitar eso usando crema o agua, para no pegotearme, pierde adherencia y no agarra bien en el alambre.
Resultado, después de 30 minutos de mucha, mucha paciencia:
En fin, cuando endurezca la limaré, lijaré, agregaré los cachitos que falten, etc.
Ah, todavía me cuesta también calcular la cantidad de masilla a usar, siempre termino preparando de más, y después me queda una pelota de masilla con la que no sé que hacer. Hasta ahora vengo haciendo: un cenicero, una calaverita, y lo de hoy fue una ranita en miniatura, muy esquematizada. Otro día subo las fotos de todo eso.
22.8.09
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